Desde el principio de su ajetreada carrera, Joey Bada$$ se ha propuesto impresionar a los seguidores del hip-hop clásico. El intérprete, sabio más allá de sus años, utilizaba auténticos esbozos sonoros para transmitir sus pensamientos a sus oyentes. Lo que mejor se le daba era contar su propia vida y recitar atrevidas letras de protesta, lo que queda claramente confirmado en su discografía, donde las líneas de orientación social (álbum “All-Amerikkkan Bada$$”) se sustituyen por la reflexión conmovedora (seguido del disco “2000”).

Joey trabaja constantemente para poner en práctica nuevas ideas, ya sea el deseo de grabar un álbum de R&B o el de competir con la competencia intercambiando discos con miembros de la escena hip-hop de la Costa Oeste. Sin embargo, su último disco ha venido acompañado de un trasfondo informativo no tan agradable: su lanzamiento se pospuso a una fecha posterior, aunque el proyecto estaba listo en junio. El motivo fue el escaso interés del público.

Pero a finales de verano vio por fin la luz el primer álbum del artista en tres años. El trabajo recuerda a los anteriores lanzamientos del rapero, ya que se sumerge en una profunda introspección, habla del papel de Dios en su vida y hace un recorrido por sus propios recuerdos, sin perder nunca la oportunidad de recordar sus logros con audaces represiones.

Entre los invitados del proyecto se encuentran Westside Gunn, Ab-Soul, A$AP Ferg, CJ Fly, Rapsody, Rome Streetz, Ty Dolla $ign y muchos más.