Zugzwang

El rey del Cinturón de Kuiper
me mantengo helado al borde de nuestro sistema, me llaman El Whipper
Por cómo les sacudo el sistema central, rimas psicofarma
lo están haciendo tan mal que supongo no creen en el karma.

Te traigo un sueño, Mr. Sandman,
el rap game es un laberinto lleno de fantasmas, los esquivo, Pac-Man.
Compito IAs y algoritmos,
firman y dejan de ser ellos mismos, sudo de tecnicismos.

El último de los mohicanos,
versos enlazados como eslabones cubanos, memorial de veteranos,
Son munición defectuosa;
yo sueno diferente, Testarossa, te atrapo, polvo rosa.

Creí ver a alguien semejante y solo era mi reflejo;
me dicen “deberías estar comiendo de esto”, pero no me quejo.
Estoy editando independiente Elástica,
acompañado de connotación negativa, como en Occidente la swástika.

Orador adamantino,
mantienen a sus hijos ignorantes, Yorgos Lanthimos, Canino.
Más puro y más brillante: Éter.
comparto mi conocimiento, pero yo no soy un Five Percenter.

Pisando charcos, ACG impermeable,
leyendo a Nietzsche me convertí en un superhombre, puedo echarte un cable,
Craneando sobre un nuevo ritmo,
mi mente en dirección opuesta a las tendencias, me ahorro el sensacionalismo.

Se creen que se les debe algo por saber rapear, lo veo en su jepeto,
y se mudan a la capital, pero no sé... me siguen sonando a paleto.
Doy fuga como Lurie en Down by Law,
The Díaz Brothers con mi hermano de otra, camelleando uncut raw.

En codes como hablando cellular,
les doblo en calidad, me prueban y comienzan a convulsionar.
Hago que vean holograma,
supero con creces la altura media: Víctor Wembanyama.

Cuarenta y siete outfits a la espalda,
lejos de ficción, relleno páginas con statements. Mafalda.
Escupo ultra conservador,
Smith & Wesson AR-15, mira telescópica, láser y silenciador.