Piezas & Jayder - El escrúpulo

Producido por: Young Swisher

Letra de El escrúpulo

Ya no soy ni la sombra de lo que fui,
sí acaso un espejismo de lo que seré.
La mayor virtud del tiempo es que sabe huir
y el peor de mis defectos aún está por ver.

El escrúpulo no está diseñado para discipular,
ejerce su fuerza en dirección opuesta.
La autocomplacencia es una verdad pospuesta
que, en vez de mostrar la mierda, pinta con ella un manjar.

Va, al fin y al cabo, huele igual,
la capa de aluminio que transforma en espejo el cristal
Permite que te admires e impide que mires más allá
lo que creí que era mi ego, era miedo a fallar.

Los dedos de un pianista inexperto mancillando a Beethoven…
mírale, eso era yo de joven.
Prefiere escuchar a un charco hablando de profundidad
que preguntarle al mar y que le ignore.

El poder es un croché que te yergue la barbilla
y mientras hierve tus pies te hace ver como llueven astillas,
Dándote el placer de tener prestigio
a cambio de ver a tus principios colgando sobre una silla.

Lo que nos une es leve, pero sagrado.
y lo que duele no impide que anhele lo sangrado.
Mi lado más humano es la antesala de un plano
donde el fuego aplaude al hielo pa calentarse las manos.

Todo lo reduzco a inercia, masa y movimiento,
como ese temblor que sacudió, pero no abrió el cimiento.
Acudió el remordimiento y yo guardé silencio,
sé que cuanto menos me hablo mejor me miento.

Las palabras describen y ocultan,
pueden servir de arma o de disculpa.
Si lo analizas fríamente, son como las personas,
al final solo depende de con que interés se juntan.

Tengo la convicción del perdedor,
sé que si quiero puedo ser peor,
Es como cuando el mago dice: “Piensa en una carta”,
y yo pienso en dos. Así que sí, pero no.

Lo poco aprendí lo hice vulnerando los límites de la culpa y de la ansiedad
a veces siento que me odio tanto, que ya no tengo amor pa los demás.
Yo que hice del dolor mi canto con lo que te duele escucharme cantar.
y entre tanto, sigo esperando ese escaso remanso de paz.

Lo poco aprendí lo hice vulnerando los límites de la culpa y de la ansiedad
a veces siento que me odio tanto, que ya no tengo amor pa los demás.
Yo que hice del dolor mi canto con lo que te duele escucharme cantar.
y entre tanto, sigo esperando ese escaso remanso de paz.

Ya no soy ni la sombra de lo que fui,
sí acaso un espejismo de lo que seré.
La mayor virtud del tiempo es que sabe huir
y el peor de mis defectos aún está por ver.