Efeméride: 15 años del "Relapse" de Eminem

Fue en 2009: el último álbum del rapero más famoso de Detroit, "Encore", se publicó hace casi cinco años. Un parón tan largo se explica por unas circunstancias vitales difíciles. La fatiga y la adicción a sustancias psicotrópicas provocaron la cancelación de la gira "Anger Management" en 2005; su matrimonio con Kimberly Scott volvió a romperse, y un año después su amigo y colega Proof fue asesinado a tiros en un club nocturno. Todos estos acontecimientos no hicieron sino exacerbar aún más la adicción del rapero a las drogas, además de afectar negativamente a su condicionamiento creativo.

Sin embargo, gracias a la metodología del productor Jeff Bass, a un programa de autocontrol y a la colaboración con el Dr. Dre, Em pudo recuperarse del caos de su cabeza y frenar su adicción. El resultado de tan fructífero y prolongado trabajo fue el sexto álbum de estudio, "Relapse", uno de los proyectos más oscuros pero sinceros de Eminem.

El disco encarna el equivalente audiovisual de las películas de terror, y su componente textual se acerca a los cánones del género "horrorcore". Así, el álbum comienza con la visita del rapero a su médico, que se convierte en su siniestro alter ego: Slim Shady. Posteriormente, el intérprete sube repetidamente la temperatura, interpretando el papel de un maníaco en "3 a.m.", amenazando a Lindsay Lohan con represalias ("Same Song & Dance"), así como alardeando del número de víctimas en el tema "Crack a Bottle". A pesar de que el autor narra en nombre de los personajes líricos, una de las obras más aterradoramente verídicas es la composición "Déjà Vu", que describe la historia de un hombre adicto que se despierta en una ambulancia, reminiscencia de la sobredosis que le ocurrió al rapero en 2007.

A pesar del controvertido contenido lírico, las críticas contradictorias de la crítica y la actitud incómoda del propio Em hacia el disco, que describió tanto en sus temas como en entrevistas, el proyecto fue un éxito comercial, convirtiéndose en el álbum de hip-hop más vendido de 2009. El disco mostró plenamente el extraordinario talento de Eminem para crear imágenes reflexivas y oscuras. La mayoría de ellas, por supuesto, provienen de las dificultades de la vida, que el rapero fue capaz de superar, volcando el dolor y la pena acumulados en la dirección creativa.