Hip-Hop Nacional

Entrevista + Crónica: Bejo

Por: trece26 de septiembre de 2016 @ 17:40

Me abro el tercer botellín de Alhambra 1925 entrando al Doctor Fli, la tienda de ropa durante muchos años referente en Granada, donde los dueños, incansables desde su apertura moviendo el rap en Granada, están acompañando a Bejo (Borja Jiménez, 1994) desde antes de las seis de la tarde. Hago cola lo suficiente para fijarme en los grupos de personas que vienen a que el canario les estampe unos autógrafos con rotulador rojo, gastado en poco menos de treinta minutos: más de sesenta o setenta personas, me figuro, para hacerse fotografías e intercambiar frases amables con el canario, quien se presenta con afabilidad y un saludo amistoso a cada uno. De fondo musical, las canciones de su conocidísimo canal de Youtube. Había quedado con él para la entrevista a esa misma hora, pero para no robar tiempo a sus fans, le presento mis respetos y arreglamos el encuentro para más tarde. Acepta, y me voy de allí con una sonrisa.

Dos horas más tarde estoy en la puerta de la sala comiéndome las uñas. Le pego el aviso y contesta al momento. Un minuto después estamos en el backstage de La Tren, con las preguntas listas y la incipiente aparición de la inoportuna resaca. Bueno, habrá que sumárselo a la tímido que soy y a los nervios que me comen por ser la primera entrevista que hago. La primera pregunta es trampa y se la formulo para intentar relajarme un poco:

¿Te sueles poner nervioso antes de los conciertos?

Ahora no, a lo mejor luego cuando está ahí toda la peñita y todavía no has salido sí dices “Chacho, venga ya”. Lo paso peor aquí que fuera sabes, ya después te pones a hacer el tonto y se te pasa.

Ver toda esa gente ahí es como uf…

En plan, ahora toca rapear y tal: el oficio. Es un rollo raro.

Pero es lo que te gusta en verdad, ¿no? O sea, ¿cómo te sientes cuando estás arriba en el escenario?

Me siento de puta madre. A mí, ya te digo, hasta ahora yo siempre he cantado en el pueblo, en Canarias, delante de mi abuela. Y ahora de repente voy a un sitio que no conozco y la gente se sabe los temas, tal, ¿sabes? Entonces, claro, gozando como un chiquillo.

¿Entonces es verdad que has sido el telonero de la orquesta de tu pueblo?

Sí, lo he sido muchos años loco. Siempre. No hemos tenido otra hasta ahora que estamos por aquí paseando. Y con salsa y merengue siempre.

Ése es tu rollo. Hay peña fuera de Canarias, que no sabe quién es Borja Jiménez Mérida, pero tú llevas ya tus años. En 2013 ya sacaste tu primera maqueta, Creo, y para entonces llevabas siete años escribiendo: hoy día, ya son diez años rapeando.

Desde el 85, loco. Desde antes de nacer (Risas). Sí, eso fue, a ver, yo empecé…en plan a mi hermano siempre le ha gustado el rollo del rap y tal. Siempre lo he escuchado, desde pequeñito. Y en el colegio ya me grababa mis cositas ahí. Teníamos doce años, éramos unos chiquillos. Grabábamos mariconadas con el mp3 y tal. Que siempre me ha gustado la tontería de escribir, de grabarme las cosas y ya de hace más poquitos años para acá en plan, eso, pues grabarme mis maquetas, por dos mil doce, dos mil trece por ahí...eso, comprarme yo un micro en casa, intentar grabarlo un poquito mejor, tal.

¿Qué te enseñan diez años rapeando?

Antes a lo mejor escuchaba música así en plan que como que aprendía, sabes, en plan típicos temas de más profundos de letras y tal, y entonces escuchaba una canción como quien se lee un libro. Hoy día lo veo más como un entretenimiento, más que para enseñar o aprender. Yo tampoco pretendo enseñar a nadie, sino al final entretener. Es un rollo que a mí me gusta hacerlo, y si hay gente a la que le mola oírlo, pues ahí está la magia.

Poco antes de ese primer trabajo te llegó una nominación para los premios Goya de 2012, de Mejor Canción Original. Fuiste a la gala y todo, también Nach…

Allí estuvimos comiendo canapés (Risas)

No ganaste el premio, pero de haberlo ganado, ¿dónde estaría hoy?

Pues paseándolo por los videoclips, haciéndole locuras a la estatua (Risas). Le habría pintado una polla en la boca al Goya seguramente.

El tema por el que os presentábais a los Goya era dedicado a un colega que había fallecido de cáncer, Anthony Maktub, y que tenía mucho que ver con tu grupo, Locoplaya. Vuestra canción fue incluida en la película que le hicieron (Maktub, 2011 - Paco Arango).

Todo el tema de los Goya fue eso. Anthony era nuestro amigo de allí de toda la vida. Nosotros, los de Locoplaya, nos conocemos de toda la vida, no es que nos hayamos juntado para hacer música, ya éramos un grupo de amigos de allí del pueblo de toda la vida. Y Anthony era pues un colega del grupo y también le gustaba rapear y eso: éramos un grupo, un montón. No un grupo como tal, pero los veranos nos lo pasábamos juntos, improvisando, haciendo el bobo…Y tuvo todos sus problemas ahí del cáncer y nosotros teníamos hecha esa canción porque se la hicimos, porque era para nuestro colega.

Y después surgió todo el tema de hacer la película. El director de una asociación benéfica conoció a Anthony cuando estuvo ingresado, y al final ese hombre quiso hacer una película en honor a mi amigo. Nosotros teníamos el tema ese hecho, el padre nos puso en contacto y se lo enseñó al director: le gustó y a posteriori terminó haciendo el videoclip, con Laura Esquivel.

Y en 2014 fue cuando sacásteis lo de Locoplaya. Como tú dices ya os juntábais desde antes El Crema (Don Patricio), Uge y tú. Pero que salgan los temas en verano es porque, claro, estáis entre Madrid, Salamanca, Plasencia…

Nos vemos sólo en verano. Entonces intentamos aprovechar el tiempo que estemos juntos. Yo antes me echaba allí los dos meses de verano. Éste no he podido estar mucho, sólo un par de semanitas, y ahí ya hicimos los vídeos que han salido y tal. Es un poco lo que nos da tiempo, teníamos cosas preparadas, pero al final a ver si las vamos sacando ahora en invierno, que tenemos algún conciertillo juntos y tenemos más ocasiones para vernos y grabar cosas.

¿Entonces este invierno nos llegará algo nuevo de Locoplaya?

A ver, Locoplaya sin playa, ¿cómo es eso? Locoplaya de invierno (Risas). A ver qué nos inventamos. Sí, seguiremos sacando cositas, es la intención. Tampoco un trabajo como un disco o un algo, pero igual que ahora, de vez en cuando un temita cuando se pueda.


Como dice Don Patricio, “bailamos en verano y lo sacamos en otoño”

Sí, porque al final vas allí y también te jode el “Eh venga vamos a grabar”. Pero ¡cabrón! ¡Déjame ir a la playa que llevo un año en Madrid a cincuenta grados! (Risas).

Intentamos nivelar el veraneo con un poquito de la tontería porque al final estamos juntos a lo mejor todos en el estudio y están todos los colegas también con nosotros, al final no es que estemos sólo grabando si no que un poco engañamos a los colegas para que nos acompañen.

¿Quién era el burro que salía siempre en los vídeos de Locoplaya?

Eso era un burro de verdad, de carne y hueso (Risas). Era nuestro mánager, pero perdió su careta y estamos en proceso de recuperación. Tiene que vacilar el burro por ahí, ya volverá a la granja.

El disco de Locoplaya (2014), ¿cambiarías algo de ese disco?

Sí, me parece que son demasiadas canciones. Yo no me escucho un disco ya hoy día, si no es alguien que me guste mucho sí me lo escucho. Pero yo creo que también la gente ha cambiado la forma de escuchar la música. Estás en el Facebook y dices Hostia, un tema nuevo de no-sé-quién, y estás tres minutitos viéndolo. Pero un disco es que es una hora ahí con los cascos escuchándolo, y es difícil que la gente lo consuma de esa manera como disco.

Ese mismo año tú ya estabas en Madrid estudiando tu carrera de Audiovisuales y presentaste un nuevo trabajo en solitario, FundaMental: un sonido más denso, más profesional, y tu técnica de rap más pulida, con los juegos de polisemia, la elasticidad rítmica y los tonos que te caracterizaban. Hay una frase en ese trabajo que parece ser el lema que te orienta en este tiempo: “Ya es hora de creer en tus creaciones, ya es hora de crear tus creencias”. ¿Qué significado tiene para ti esta frase?

"Cree en tus creaciones", pues, toda persona que hace algo, aparte de porque le guste y lo disfrute, porque tiene un cariño a lo que hace y siempre lo intenta mejorar. Apostar por tu propio trabajo es quizá un poco lo que quiere decir esa frase. Y "crea tus creencias", es que intentes, de toda la información que nos llega hoy en día (de la tele, la radio, de tus colegas…) intentar un poco discriminar las cosas y hacerte tu propio mapamundi a tu manera. Es un poco filósofo ese rollo (Risas), pero no dice nada del otro mundo. Al final, es un poco eso, toda persona que quiera hacer algo tiene que creer en su trabajo e ir a su bola.

En verdad, ahora el tema este de todos los conciertos, de todas las visitas que hay en Youtube…bueno, yo nunca he hecho un trabajo para eso, ¿sabes? En plan "Hostia, quiero ahora irme de gira y voy a hacer un discazo". No. Es un poco intentar siempre cuidar las cosas. Yo para todas las cosas soy un desordenado que te cagas, como la mezcla y tal. A lo mejor no es que sepa mucho, pero sí le dedico mucho tiempo, en verdad porque me gusta que suene así. A lo mejor lo exporto y lo escucho y digo Ah, pues esta tontería vamos a cambiarla. Hay mucha gente que lo crea de otra manera: se ponen ahí en el estudio, se hacen el ritmo, se lo escriben, lo graban y es como una cosa más fresca. Yo y los chicos (Uge y Patri) hemos sido un poquito siempre más de escribir en casa, tranquilotes, cada vez más en plan colegueo: "Venga va y hacemos un estudio entre todos", o estamos en un estudio y se nos ocurren cosas.

Fundamental fue escrito allí en Madrid, un poco más depresivo y tal…algo más oscuro. A lo mejor un poco también por eso, por la llegada a Madrid, cambiar a un rollo que yo no había visto, ¿sabes? No conoces a nadie: empiezas de cero a ver qué pasa. Yo me metí un poco ahí sin tener ni puta idea, pero poco a poco…hoy día me alegro de haberme ido allí, porque me ha ido bien y he aprendido muchas cosas. Claro que al principio uno va un poco a la aventura.

En el período desde FundaMental (2014) a Estepa (x Don Patricio, 2016), nos llegan trabajos en un formato de sencillo, presentando los audiovisuales con Cachi Ricci. En este período haces algo que no has vuelto a hacer que es repetir con dos productores: uno es Taser, desde Portugal y otro Tom Misch, de UK. ¿Te llama más la atención un trabajo mano a mano con un solo productor o te gusta que haya diferentes productores en cada tema, como el caso de Locoplaya?

Yo hasta ahora en verdad he sido un mierda (Risas). He cogido las bases de internet en plan que las descargo a una carpeta de mi portátil que tengo como con cien bases. Y según el día, que me apetece escribir de un rollo o de otro, pues tengo ahí. Ahora la gente me pasa bases y tengo mi carpetita con las cosas que me pasan, que es lo suyo. Pero hasta ahora no he hecho ningún trabajo de un solo productor. Ya te digo, con Locoplaya también nuestro modo de hacer ha sido coger bases de por ahí porque no producimos ninguno. Al Taser por ejemplo fue Eh tal, puedo usar la base, Sí, tal. Y hemos estado ahí en contacto. Al Tom Misch por ejemplo no lo conozco de nada y está ahí la base usada. He sido un mierda en ese aspecto, pero ahora vamos a intentar hacer las cosas un poquito mejor.

En el tema Metamorfosis, que es el que tiene el beat de Tom Misch, escribes la frase “El trueque de energías mueve mis asuntos” ¿Qué significado encierra esta frase para ti?

Que no todo lo mueve el dinero y más en estas cosas a las que uno tiene tanto aprecio y que son tu trabajo al final. Hay una parte económica que compensa los rollos, pero al final esto lo hacemos porque nos gusta y por trabajar con gente nueva o conocer a gente que le gusta tu trabajo. Vivir la experiencia. Hoy hay concierto en Granada. ¡Me dices esto hace un año y no me lo creo!

Después de todos los temas en solitario, o con Uge o Don Patricio, sacáis como Locoplaya el tema Canary Ass en diciembre del año pasado. Y ahí hay un cambio (quizá anticipado en 8 Misisipi), en el que rapeas con un tono nuevo, una pronunciación algo más nasal ¿Cómo llegas a ese nuevo modo de rapear: es una consecuencia evolutiva, natural de cómo has venido rapeando anteriormente, o te metiste en un estudio con ganas de probar cosas nuevas?

Es verdad que es distinto, ahora es como más “Eh, qué pasó” Pues no sé tío. Tampoco creo que haya habido un día en el que dijera Hostia, voy a rapear así. Los colegas de Locoplaya hemos terminado rapeando más haciendo las típicas tonterías que hacemos cuando improvisamos y nos ponemos más tontos. Ha influido más en lo que hacemos. Hemos intentado hacer las cosas más curradas, pero despreocupadas, sin mayores intenciones de Vamos a hacer un disco con no sé qué no sé cuánto. No. Vamos aquí a vacilar, estamos aquí de veraneo. Y los temas también más frescos, lo que te decía antes, una cosa un poco más entretenida antes que querer decir algo. Porque al final Locoplaya es eso, es la tontería veraniega, “Mira los cabrones estos aquí en los charquitos cómo se lo montan”, tal. Y queremos transmitir ese buen rollo, así que últimamente tampoco nos comemos la cabeza mucho.

Y eso es lo que viene a significar Hipi Hapa vacilanduki...

(Risas) Eso dicen. Yo creo que siempre lo he dicho, son las tonterías de “Eh tengo no sé qué de jipi japa tal” Y vacilanduki porque es eso, siempre estamos vacilando. Es intentar hacer las cosas un poquito más cercanas a la gente.

Despreocupado, tranquilito, es tu rollo. Y aunque haya cambiado el estilo puedes seguir diciendo cosas que tengan peso. En Guaña Guaña O O escribes “tu fajo no vas a engordarlo con nuestro trabajo” Es decir, ¿independiente siempre?

Hasta ahora lo que hago (menos las bases) lo hacemos ahí en casa, con nuestros medios. Tengo mi micro de cien pavos y tal que tengo hace un montón de años. Un poco es eso, todos los intermediarios que hay en cualquier negocio, ya sea en la música o en lo que sea...siempre hay gente de por medio que va a intentar sacar su parte. Y un poco mi filosofía es esa: uno no puede hacerlo todo sólo, pero la mayor independencia posible siempre hay que intentar conseguirla.


A vídeos como Mucho han llegado ya millones de visitas. ¿Cuándo empiezas a reconocer tu éxito: cuando te llegan las ofertas de conciertos, cuando te suben tantas visitas a Youtube o cuando gente como Nirban, Tote King, Gata Cattana o NY de MDE Click dicen que mola lo que estás haciendo?

Me hace ilusión que gente a la que sigo le guste mi rollo y te lo reconozca, pero…no sé decirte. Yo en verdad igual estoy a mi rollo en mi casa y un día salgo ahí en Madrid y me empieza a reconocer la gente por la calle y tal. Hostia, qué movida sabes (Risas). Es la polla. Yo sigo sin acostumbrarme en verdad. Y lo del éxito, bueno, sobre todo la gente que siempre me ha conocido que se alegre y diga “Cabrón, agüita eh, la de conciertos ahora por ahí eh”. O voy con un colega y de repente me para alguien y sientes ese rollo, y tu colega te dice “Chayo, esto qué es”. Pero igual que te empepinas un día y la gente “Hostia quién es este”. Seguiré haciendo mis rollos, y cuando se acabé, se acabó. Tampoco pretendo llevar una vida de rapero con cincuenta años. Es mi rollo, y ya está, no intento nada.

* * *


> El concierto de Bejo llega dos horas más tarde. No ha habido tiempo de hacer pruebas de sonido, así que Dj Pimp se encarga de enchufar los micros y Bejito los testea sobre la marcha. Sólo con esto, apenas le cuesta arrancar las primeras risas al público. Nada más salir de bambalinas, se le nota relajado y con ganas de dar rienda suelta al Bejo que se nos presenta en los vídeos, esos vídeos de postproducción asombrosa, gracias, por supuesto, a la genuina mano de Cachi Richi. Algún receloso podrá pensar que, sin el soporte de sus vídeos, Bejo pierde esencia en directo: craso error, lengüino amigo.

La conexión con Dj Pimp hace del show de Bejo algo ecléctico, de ritmo vertiginoso. No en vano al gijonense se le han dado de primer puesto cuatro DMC's nacionales, amén del resto de su currículum, intachable. Lo que viene con estos dos, Dj y MC, no se compara a nada de lo que ha sonado antes con los teloneros. La mesa y los platos son para Pimp extensiones de sus propios brazos, y sabe mantener su virtuosismo cómplice con el talento de Bejo, ocupándose de mantener el ritmo en el concierto mientras el canario se toma un respiro justo a la mitad de sesión.

Ya sea antes o después del descanso, el pibe se mantiene incólume tras los cristales de sus gafas. Impenetrante, parece no agotarse conforme avanza un espectáculo en el que Borja se toma sus momentos para dejar salir al Bejo más burlesco: dan buena cuenta de ello las cebollas que cayeron por las primeras filas mientras empezaba a sonar Mala; también el momento en el que confesaba al público que su verdadero talento, más que el rap, era la guitarra. Un asombro entre los asistentes, que poco o nada han sido prevenidos de que el rapero pudiera arrancarse por folías canarias. Es el momento perfecto para Bejo, que da la espalda al espectador y hace una pequeña demostración al estilo air-guitar, sin querer sacar al público del engaño. El guanche se sirve de su carisma para echar el aguante a todos los asistentes de la sala. Se da la vuelta, se inclina, divertido, ante su público y vuelve a cambiar la guitarra por el micrófono.

El alejamiento de un egotrip artificioso y pueril, tan clásico en el rap y que tan pobre resultado ha dado al género, es una señal magnífica de la maduración de nuestra música, que hoy día encuentra vocación en artistas que se muestran, sin miedo, próximos al público, manifestando inequívocamente que son creadores con plena confianza en sí mismos. En una hora de show, Bejo hace un repaso a la mayoría de canciones de su repertorio, además de incluir algunas parrafadas nuevas que nos avecinan que lo que está preparando puede ser algo grande. Los temas del grupo Locoplaya también tienen su espacio, dejando que Bejo encale nada más que algún estribillo de sus compadres, mientras que Dj Pimp trabaja detrás de manera tan precisa que no se echa en falta ningún corista para estas canciones. La aparición de una nostalgia por Uge o Don Patricio queda sustituida por ganas de ver a los Locoplaya al completo por la península. De momento, Bejo abre un posible camino para los tres.

El chico lo tiene todo: creatividad, estilo, desenvoltura, humildad, conexión con el público. Un artista intrépido que, detrás de un personaje vanguardista, creado desde lo absurdo pero sin preconizar lo ridículo, por méritos personales está encumbrándose y a la vez recreándose en un esperpéntico periplo personal que atraviesa como una liberadora tangente todos los convencionalismos que lastraba el panorama rap nacional de los últimos años.

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3 Comentarios

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Sew88 hace más de 7 años

Muy buena entrevista!, os animo a que hagais mas.
felicitaciones!

PD:deformer me fliparia ahí lo dejo...

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trece hace más de 7 años

Gracias man! Vienen más en camino, y ojalá que todos se porten tan bien como el Bejo.

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Sew88 hace más de 7 años

Gracias a ti tio!.

Me a gustado mucho la extensión de esta, ya que, a veces, lees entrevistas de 4 preguntas,que te dejan frío.

Porcierto me a encantado como te has expresado en el parrafo final, como lo has definido.

Chapeux!, un abrazo!

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