Crónica + Galería del concierto de Ayo

El jueves 28 de marzo acudimos al genial concierto de Ayo, gracias a la gente de Cultura Inquieta. Estas fueron las instantáneas que tomo Luna Blanche y lo acontecido en el evento.

Desde la visita de Nneka nos hacía falta otro concierto así. Ayo llegó a la capital un jueves que se antojaba más festivo que el fin de semana. La sala But se llenó hasta los topes para recibir a la artista de origen africano, que no dejó de esbozar su enorme sonrisa durante las casi 2 horas de concierto que nos regaló.

Ayo nos fue regalando perla tras perla, acompañada de unos músicos excelentes, polifacéticos como ellos solos, ya que les daba igual tocar el contrabajo que el teclado, como piano o trompeta. El concierto comenzó con I'm walking, de su reciente referencia Ticket to the World, y a partir de este tema fueron apareciendo cortes de sus 3 anteriores discos, como Not Afraid o Life is Real. Aunque la artista obviamente hizo más hincapié en sus temas más actuales, los cuales la gente no dejó de corear, como en el caso de los temas Teach Love, I Wonder o I need you.

Más que un concierto, podemos decir que se trató de una auténtica jam, ya que en cualquier momento de la actuación podíamos disfrutar de improvisaciones de los músicos, a la vez que Ayo se ponía a bailar desenfrenada, por supuesto siempre sonriendo, nos lo contagió a todos.

Tras una hora y media de concierto, Ayo dejó que los músicos nos deleitaran con otra exhibición, no podríamos quedarnos con ninguno de ellos, pero brillaron con luz propia guitarra y teclista, ambos demostrando una tremenda destreza. Mientras todos esperábamos a Ayo en el escenario, sorprendentemente apareció entre el público, animándonos a todos a tocar las palmas y acompañarla con el tema Run Run, que fue una auténtica fiesta.

El concierto estaba cerca de finalizar, pero no podía despedirse sin su clásico por excelencia, Down on my Knees, que fue el clímax para un conciertazo. Para nuestra sorpresa (otra más), Ayo se puso a rapear bajo una nueva improvisación de los músicos, lo que fue ya el colmo de una versatilidad sobre el escenario digna de una grande.

Si hay que resumir la noche en breves palabras, podríamos decir que ante nuestros ojos y oídos tuvimos a una artista que no pasará en vano en la historia, que nos encandiló nada más abrir la boca y que esperamos volver a ver muy pronto.