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Publicado el 07 de diciembre de 2010 @ 00:09
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Reseña por:
7.1

Kanye West
My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010)

Llega el último de Mr. West, tras los buenos viernes que regalaba y alguna que otra fuga, sale a la calle “My Beautiful Dark Twisted Fantasy”, quinto álbum de estudio de Kanye y el disco que ha conseguido convencer casi de forma unánime a los críticos.

El joven productor promesa del rap, que luchara por su carrera y consiguiera el imposible, ha crecido, ha madurado digamos. Su obra ya no se puede calificar dentro del marco del rap, aunque tampoco del pop. En MBDTF nos encontramos una explosión musical no se sabe muy bien hacia donde dirigida. El disco es una barroca muestra de poderío en las producciones, que quizás sea lo que más resalte. Y es que el elenco de beatmakers que han pasado la mano por el tracklist es impresionante, así como las colaboraciones al micro. Kanye no ha reparado en tirar de agenda y ha creado bajo su batuta algo así cómo una ópera con tintes rap, en la que se desenvuelve como pez en agua. Solo hay que ver de que manera comienza el álbum, envolvente y oscuro. A lo largo de los 13 temas nos va dejando apuntes; un Georgeous meloso con KiD CuDi y Raek, el himno All Of The Lights, Monster o los singles POWER y Runaway. También un ritmo atrapante en Devil In A New Dress, con un buen rapeo, no así de Rick Ross. Nombrar el apartado artístico también, siempre innovador, con una bonita portada en cinco distintas versiones y un acabado bien elegante. 

Nos encontramos de frente con el ego de Mr. West, capaz de todo, con su propio concepto musical en la cabeza. Cierto sea, que su música puede no gustar a demasiada gente y cansar después de unas cuantas escuchas, cierto. Aunque nadie negará que este hombre hace lo quiere y experimenta, investiga y convierte, rebate, mezcla e interesa allá donde va. Kanye está un paso por delante en lo que al rap mainstream se refiere, donde nadie puede pillarlo.

MBDTF es un recorrido correcto, más bien, perfecto en su ejecución que va a llenar a sus fans y al público general que se acerca a las cabezas visibles de movimientos alternativos. Eso sí, lástima que se haya quedado atrás (o pospuesto) ese proyecto del que se hablaba en que Kanye West regresaba a sus origines, producido por Q-tip o Madlib, (Madlib!) porque si es verdad que hasta la salida del disco ha soltado algunos hits como Chain Heavy o Don’t Stop! Junto a sus Child Rebels, en los que parece ser de nuevo el alumno adelantado de College Dropout.

En definitiva, se puede decir que el chico ha vuelto con un nuevo concepto, perfecto en la forma, quizás un poco vacío en el interior, insulso. Kanye quería hacer esto, de eso no hay duda, pero todo el álbum me recuerda en parte a su mini film “Runaway”; con bonitas formas pero sin mucho que decir, un poco ñoño. De todos modos, siempre será interesante escuchar lo que viene sacando el de los dientes diamante.