Morgan & Gordo Del Funk - Lo que merecía (con Vito)

Producido por: Acid Lemon

Letra de Lo que merecía (con Vito)

-Otro café por favor ¿Cómo estás? ¿Cuándo vas a dejar que te vaya un poquitito bien? ¿Estás enamorado?

[Morgan]
Tuve lo que merecía,
la amaba y desaparecía, como anocheciendo a mediodía.
Ven a por mí, sigue mi paso, ¿acaso no te fías?
Di, ¿me quieres todavía?,

Por eso el equipaje, por eso lo escribo.
supongo que me faltó coraje y sobraban motivos,
que las heridas más profundas las cura el olvido,
que un día quedan las migajas de lo que has querido

Y no sé si prefieres conformarte, se murió el arte,
quizás encuentres la paz en otra parte.
En mi cama todos los trece caían en martes,
todos los trenes se marchan sin despedirse, tráeme suerte

Que en esta vida
las únicas cosas que mueren son las que se olvidan.
Dejó un velo de soledad tejido a mi medida,
me quedé solo frente al mar cuando soltó las bridas

Como besar la herida, sin salida, haciendo del dolor un puerto,
desde el momento en el que vi que el bosque era un desierto. Ahora prefiero equivocarme y no estar en lo cierto,
porque se me hace tarde y me falta tiempo.

Y entiéndeme, quiéreme o déjame marcharme.
Miedo a envejecer no a equivocarme,
a malgastar el tiempo que me queda en balde,
porque se me hace tarde y siempre es tarde, man y siempre es tarde

[Estribillo]
Suele pintarme el cielo de cuerpos celestes,
resuelve la duda ¿morir o matar?,
le gusta sonreír con sangre entre los dientes,
explotar los puentes y echarse a volar.

No quiero arrastrarme ni ser tu cliente
ni hacer del recuerdo de un drama un hogar.
porque el mañana se vuelve presente,
porque el reloj no pretende esperar.

-¿Quién es ella?
-Es una historia complicada
-Pelea, no pienses sólo recibir cosas.

[Vito]
Tuve lo que merecía, por escuchar lo que no me decía,
hablar de amor a una cama vacía,
que da dolor pero todo se enfría.
LLeva el color de lo que no ha dolido todavía,

Si me he ido ya ha vuelto mil veces,
He convertido una mirada en pan y sigo contando los peces,
por cada vez que te apareces te pongo una cara distinta
y aún quedan prados colmados de tinta.

Hoy he dejado la sombra en la percha,
que bien te queda el vestido de escarcha,
que no se arrugue cuando yo me marche,
que no se manche cuando salte.
En marcha, ponedle un parche y seguir la racha.

Ahora vamos en coche a la noche final,
hemos he elegido este sendero y no es el habitual,
estás abrigada a mi lado y ni agradecida ni obligado
es demasiado complicado cambiar el dial.

Que si la calle dibuja farolas,
son como brújulas de luz cuando bailan a sola.
Pájaros se caen de bruces siguiendo las voces que da una amapola.
Ahora que de justicia sonora

y qué apatía todavía controlada pienso
por la visión que se desprende de un color intenso
y la energía nos presiente un corazón latiendo.
Sé qué se siente, estoy adentro.

Suele regar el techo de flores silvestres,
abrazar la duda, consuelo cantar,
sigue velando el miedo de cuerpo presente,
pero parece ausente cuando entra a matar.

Yo no quiero llegar a un acuerdo prudente,
ni cerrarte la cama ni hacerte lugar
porque los sueños se vuelven urgentes
cuando su dueño no sabe soñar.