Letra de Calamar
Si mi alma se reencarna en mal tus lágrimas se saltarán
se enjuagarán la boca con saliva de este Hwoarang
No busquen salida ante este gigantesco calamar
tan solo habré cumplido si el rey me llegaran a llamar,
Padawan, no intentes robar el sable al profe,
pues es como la de Blade te ataca si no te conoce.
Os sigo haciendo polvo, aunque ya os follase con doce
y no me sacaréis de dentro de este templo ni en buldózer. GOCEN.
Café coronado con un tofe,
no te noto fe, haré fenecer tus altavoces
Yo solo conté, yo solo contento con tu roce,
vale más mi escupitajo que cualquier trazo que esbocen,
Obcecándome por la verdad, repitiendo que ya vendrán,
escucho un cacho tuyo y me avergüenza que lo llamen rap
Le he echado más de un ojo a la tabla y ni la mitad,
sabe articular palabra sin mostrar debilidad
Escupo en el lavabo tras haberme cepillado
y parece que hayan grabado Tiburón sobre la porcelana.
Supongo que se refieren a esto cuando dicen que sangran,
porque sus mensajes no me cuentan nada.
Yo anticuado como el iPhone 6, subo el "Simon Says"
a tope en el estéreo de mi coche pa' que lo escuchéis
En tu face, no me ceñiré a tu ley,
no me sé poner delay pero sigo siendo…
El que no tiene trono ni reina, ni nadie que le comprenda,
o haga como que le interesa cuando le cuenta mierda
A veces, aunque esté delante cuesta ver la verdad,
pues cuando subes todos te quieren lamer la verga
Quiero un Targa pa' gastar gasofa y pa' liarla gorda,
cambiar las tornas, y al final, activar la bomba.
Que el mundo que ahora conozco se descomponga
y que todos digan: ¡Lewis bro! ¡Qué bien que te lo montas! (NIÑO!)
Para afirmar, cuello alante y cuello atrá
que es indignante lo que ahora llega a triunfar
No obstante, si hubiesen sido constantes, lo entendería
pero casi siempre es por chupar...
De esta boquilla virgen de saliva ajena,
fingen que comprenden el origen, pero te exageran.
Busco un fallo del sistema que me anime cuando esté mal.
mi subconsciente ya me exprime si no sale el tema.
Llamas en las yemas de mis dedos, en antena por mis huevos,
cuando muera, una hoguera de crisantemos.
Me paro, observo, aprecio que el tiempo deprisa vemos
resisto al recordar la sonrisa de mis abuelos.
En posesión de un código que no interesa.
Seguiré como la religión aún sin Teresa.
Adorno cada frase como oreja de rey persa
lanzando ofensas o mandándole fuerza a quien piensa.