Letra de Descampaos Y Plazoletas XXIV (con Jaro Cristo)
Vivimos entre la vida y la muerte, esperando poder avanzar y al final lo aceptamos
Pensando en dejarlo todo.
Mirando el polvo de mis trofeos,
Ya me consumió el miedo. soy petróleo,
¿será esta la última vez que me escuches?
Me corto con este puzle de acero.
fantaseo con un tiro forzando un giro de argumentos,
Sintiéndonos lejos me maldigo, brujo,
un desierto de cemento, fauna de huesos.
Estoy dándole forma; cuanto más lo pienso, intenso.
un indio no necesita un templo.
La vida es una impro, solo me estoy sosteniendo.
mis cariátides lloran, no sé por cuánto tiempo.
No sé si acabaré solo en la oscuridad
o si cuando acabe esta guerra habrá piedad.
Una roca rodando detrás de mí.
no hay descanso en la profundidad del mar, no oigo sus aplausos.
Otros son más felices,
cegados por las luces.
El diablo y yo en un cruce,
destellos en mis fauces. nacimos mártires,
[Estribillo]
Las estatuas cobraron vida.
Tristes por ello y llenas de ira.
Miradas que se vacían.
cae la noche y me hago día,
Ya no sangran las heridas.
pero todos me las miran,
Envenenados, sin salida.
antes muerto que la mentira.
Con el síndrome del impostor, me convertí en apóstol.
ese porro me llevó, fue alto el costo.
Bosques metálicos, maldito hombre hermético.
hay que pagar fuerte el precio para ser auténtico.
Perdido en la tempestad, ¿Quién confía?
Hay fuego en toda la ciudad. Miradas frías,
Sin nada que echarse a la boca. Tú, ¿qué harías?
una vida inmortal, ¿la soportarías?
Sediento de conocimiento, adicto al sufrimiento.
son actos, no intentos, intacto después de volver a vernos.
Lo supe, lo siento, lo entiendo.
El cofre del hombre muerto.
Estamos, pero queremos estar mejor.
dejé el barrio entre lágrimas, necesitaba ese dolor.
Tarde o temprano, siempre tengo la razón.
si no, no discuto, enfermo por el maldito fragor.
Dependiendo de la ignorancia,
el vacío puede terminar de llenarse por completo.
En mi caso, es imposible, no juegan a ser Dios, lo son.
solo queda hielo y ceniza en el corazón
[Estribillo]
Las estatuas cobraron vida.
Tristes por ello y llenas de ira.
Miradas que se vacían.
cae la noche y me hago día,
Ya no sangran las heridas.
pero todos me las miran,
Envenenados, sin salida.
antes muerto que la mentira.