Dano - 21 días

Producido por: Dano

Letra de 21 días

La una menos cuarto, un nueve de marzo, en mi cuarto
abrazo la almohada en la que pienso y no descanso;
un dolor en mi pecho que no afloja…
¡No sabes lo difícil que es plasmar tanto dolor en una sola hoja!
La luna como única lumbre, es mi humilde manera
de intentar escapar esta incertidumbre,
y aunque cierro los ojos, no lo asumo;
¡¿tu alma ya se ha ido pero sigues respirando por un tubo?!
Y poco a poco subo, volando hasta mi destino,
si es algo tan repentino que siento que me he perdido
en el desierto del olvido, apoyando en la cornisa;
solo veo estrellas que dibujan tu sonrisa…
Te escuché bien la última vez que hablamos
y ahora lloro porque no estoy a tu lado agarrando tu mano,
abuelo, padre, esposo, tanto has dado…
Mi único consuelo es que entre todos continuamos tu legado, te quiero…

Las diez de la mañana, diez de marzo, ahora amanezco…
Anoche soñé contigo, hablamos y te oía contento…
Estábamos en casa; tu más joven, yo pequeño,
¿porqué esto es la verdad y lo de anoche solo un sueño?
Y ahora dicen que no fue un paro cardíaco,
¿un fallo de un pulmón o un caso ligado a una infección de tu hígado?
¿Es una broma? ¿Es un insulto?
¿Estás a punto de morirte porque el médico llegaba tarde al fútbol?
Y ahora es todo un festival, dicen que están mal
los tests por cuya culpa estás cableado en aquel hospital…
Te dio el remedio más genérico sin mirar tu historial,
¡no entiendo cómo ese se dedicó a ser médico!...
Y aunque me duela anoche hablé con la abuela,
y solo la esperanza de que vuelvas la consuela…
Un beso de parte de la familia
y un abrazo de tu nieto, sigo esperando noticias, abuelo…

Veintiocho de marzo, 7 a.m y aquí sigo,
a las doce hablé con mi padre y me contó lo sucedido
y ahora se que aunque ésta sea la última carta que escribo
el destinatario es el mismo pero ha cambiado el “destino”…
Si tanto cable no cundía, entre la luz y la oscuridad
que te hundía luchaste esos veintiún días…
Y no pudiste, casi ochenta años de vida,
te fuiste sin avisar dejando una vela encendida…
Pobre abuela, eras su estrella; son tres hijos,
seis nietos y un centenar de amigos que lloran con ella…
Y ahora visto a mi amor de luto
si te fuiste sin sufrir en absoluto, “todo cuestión de minutos”…
Casi un mes rezando porque baje un ángel,
casi un mes deseando no tener que hacerte este homenaje;
y ahora cierro los ojos y aunque no puedo dormir,
tampoco puedo llorar, esta letra lo hace por mi, abuelo…

“…siempre lloverá sin ti…”