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Letra de Sistemas de Comunicación

Un kit de suicidio urgente,
 con cada melodía pegadiza como un herpes,
 el historial dental y la causa de la muerte,
 la verdad corta como la imagen de tu vieja justo antes de correrte,
 no puedes borrar la huella del animal de tu subconsciente,
su pescado señora, pronto, no temas a la parca, encontramos el foco,
 el asistente para la instalación predica el: amaos unos a los otros,
 pero la vida ya es muy dura incluso antes de nacer para una forma de vida basada en la contención durante el coito,
el dolor es mi narcótico, el modo ahorro de energía,
 el barrio o el virus que llevas dentro,
 me haría falta una ducha para empezar a ser un simio vida mía,
 distintas mutaciones de la misma anomalía,
 robo con intimidación y licantropía,
burritos como Bucky, la sabiduría al servicio del politraumatismo,
 nitrato de plata, dentro todo se magnifica y seguimos para bingo,
 en el capítulo donde esta la cantidad exacta de ratas que hay que destripar
 para conocerse uno mismo,
hoy quien mató a la mama de Bamby y mañana clases de fandango,
 de frotar 2 piedras a trayectorias de triangulación de cámaras negociando elángulo, y el chocolate a la taza,
 follar con hortalizas o con gemelas del mismo ovulo, métodos como el Hi-Lo,
perdimos el estatus como Plutón,
 por miedo a la medida convertida en miniatura,
 y soñar constantemente con esa clase de felicidad que estrangula,
 olor a lluvia,el ciervo te quitó el rifle, se pegó un tiro y se tumbó en el techo de tu buga,
es como fruta fresca al alcance de los monos aulladores,
 mi junta de accionistas desaconseja el uso de las palabras; forro de los cojones,
 pero me paso por el forro de los cojones a mi junta de accionistas, es el único hobby que tenemos los perdedores,
y el conductor herido leve, quien es el amo,
 pongamos que meterías el nabo en un avispero delante de todos por unos 70 pavos,
 vivo en el pecho de un chucho en Ciudad del Cabo,
 para que nada se reduzca a trazar una línea y elegir un lado,
un felpudo en cada puerta
 y directo al infierno porque el último beso te lo dio un socorrista,
 siempre queda un agujero por el que acariciar a la bestia,
 soplar la sopa, sorber la merca,
 saber algo que los demás no sepan como un soplo en las apuestas,
con el cielo chapado en las garras de la bondad,
 en las garras de cada historia de superación personal,
 eso es amor, aunque parezca Ipecac,
 y empezar una guerra de vómito que no puedes ganar,
 lo que somos nunca cambia, quienes somos nunca deja de cambiar.
No hay error ni sistema,
 ni mecánica que lo haga rular sin esa mierda,
 sin una gota de esa mierda que brilla al final,
 puedo parar el temblor como si nada.

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