Rafael Lechowski - Pecios
Letra de Pecios
El humano mató a Dios y tras el quedó un vacío,
la conciencia se hizo libre pero no encontró un sentido
Tratando de llenar ese hueco, el mundo ha enloquecido:
unos, por el dolor; otros, por placer excesivo.
Niños nacen sin pregunta y se drogan deprimidos;
los viejos ocultamos nuestro deseo de morirnos.
Todo está corrompido, ¿¡En qué nos hemos convertido!?;
parece la ciudad el cementerio de los vivos.
Y no somos ciegos, nacemos con la venda puesta,
gastando el tiempo en todo menos en las cosas eternas.
La gloria es sólo espuma, el tesoro se halla en el fondo:
la nave hundida en la duna, felicidad es asombro
¿Para qué quiero fama?, la fama es un lugar común
quiero arrancar frutos silvestres de una senda virgen aún
Yo no quiero riqueza, ser rico cuesta muy caro
yo no quiero ser una estrella, yo quiero ser faro
Estar siempre en la luz para vivir siempre asombrado
¡Cuidado!, una vez me perdí por buscar demasiado
De tanto volver por nostalgia ese campo arrasado
terminé escribiendo con ceniza sobre el fuego pasado.
Fue tan lenta mi caída que no me dio tiempo a evitarla
y sin saber caía y caía por un abismo que salva.
Alguno, incluso, me dio por perdido en la carrera,
¿ignoraba que tránsito a través de la ruta interna?
Mis logros no pueden verse ni mis pasos oír,
inmune al juicio y al halago he derruido el ruido ruin.
¿Para qué correr, entonces, si uno mismo es la meta?
no se trata de llegar más lejos sino más cerca.
Ven, es por aquí, dame la mano, no te escondas,
sígueme, no tengas miedo, vengo de vencer a las sombras
Pero has de estar siempre despierto, predicar con el ejemplo,
se es maestro-alumno todo el tiempo.
Al contrario del lagarto, que abandona su estéril piel,
el necio arrastra un cuerpo hueco y deja su alma tras de él
Así que, si te muerde el deseo y quieres apagar tu sed,
entonces entra en el desierto y desea con la sed del pez.
Y cuando te sientas solo recuerda que nadie lo está,
porque todo está en todo, por tanto, está en ti la verdad.
No busques más riquezas fuera, el tesoro eres tú
siéntate y cava en ti hasta hacerte heridas de luz.
Cierra bien los ojos y contempla el mundo interno,
hasta hoy eras corteza y ha brotado un fruto dentro.
Ahora, concentra todo tu amor en lo profundo
y perfecciona tu Ser. Esa es la herencia del mundo.
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