Pulcro - Ni raso, ni velvet

Producido por: Stash House

Letra de Ni raso, ni velvet

Veo el logo de Renfe en el mismo tren de siempre,
reo del de menos diez sino el de menos veinte.
Las mismas caras en cada parada,
las mismas taras en cada mirada.

Aquí: la misma gente pidiendo,
¿a mí? que me tiren del monte si miento.
Porque no llevo na de lo poco que tengo,
un loco más cambiando sobres de cobre por tiempo.

Me fui fuera siguiendo su rastro,
volví a cruzar la frontera y éramos dos más en el catastro.
Aterrizo en casa de mama, con un hijo y una esposa
y sin lana para una cama en una choza.

Más de un año allí con más de mil de mis demonios,
al compás del daño de un perfil de mil demonios.
Pero perseveramos sin hacer un drama de esto,
Clara sabe que la amo y eso compensa el resto.

Me sano llorando aquí sin derramar ni media,
es por no frivolizar con la tragedia.
Vacilando con “skills” y limpio de dogmas,
el clima es hostil, pero seguimos tirando bombas.

Mi empatía es inclusiva pero no hago el parguela,
mi alegría es intrusiva pa' que nada me duela.
Moriré sin oler su perfume, sin caviar, ni Prada,
mi estado se resume en fracasar sin cambiar de cara.

Ver sonreír a los atunes en la almadraba,
que saben quién sigue a flote ante la mar brava.
No me vendo al mejor postor porqué sé que va a dar nada,
así que me hacino en un tren con otros cien a sudar lava.

Mis ojos solo captan planos,
en el techo veo arañas y en los túneles gusanos.
Como el que lo está dejando y solo ve gramos,
dentro todo es “glace” helado, y fuera más de 30 grados.

Más de treinta y grabo, aun si la tormenta no es de mi agrado,
me mojo el culo por lo más sagrado.
Pero todos son ilusiones que esconden trampas,
una carta en el buzón con tu nombre y ántrax.

No tengo los ojos del que vio caer el World Trade Center,
pero escribo con el dolor de los míos en el vientre.
No somos críos en etapa rebelde,
somos padres con ingresos bajos vestidos sin raso, ni velvet.

Vestidos sin raso, ni velvet.
vestidos sin raso, ni velvet.
Vestidos sin raso, ni velvet.
vestidos sin raso, ni velvet.

Rompimos los espejos para no vernos,
y las pantallas negras volvieron para movernos.
Reconozco la ironía y su motor,
desconozco porque desde que me enamoré no he escrito más de amor.

Será porque llevo mi dolor por dentro como David Budd,
como añoro el momento de “crazy love”.
Hoy solo puedo hacerlo en modo “take it rough”,
soy pomodoro entre la base y el “cheese”, so, podéis llamarnos “basic bros”

Creí ser humilde y por no estar en la cima,
pero aquí el “silver” corrompe igual disfrazao de doctrina.
Asume su mandato, súbete al tren pilla un contrato,
tira los euros al aire y vuélvete a fregar platos.

Que el obturador maquillará el disfraz,
porque el discurso del dictador suele hablar de paz.
Y no hay paz en esta tierra de promesas de fe y ciencia,
como no hay paz en cualquier guerra tras la calma tensa.

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