Nach - El Hombre Que Siempre Estuvo Allí
Producido por: Cookin' Soul
Letra de El Hombre Que Siempre Estuvo Allí
Es una historia que escribí sobre alguien de quien aprendí el verdadero valor del tesoro más preciado que poseo, el tesoro de estar vivo. Esto va por mi colega Mario. Un homenaje a su memoria y a su vida, un hombre anónimo como otros tantos, lo verás pasar por la próxima avenida, sí...
Aquella tarde en Junio hacía un sol asfixiante,
andaba solo y distante, nada interesante.
De repente vi a aquel hombre perdido y sin dirección,
espíritu solitario ayudado por un bastón.
"Perdona, soy ciego y creo que me he perdido".
Tranquilo amigo, le dije, dime a dónde vas que voy contigo.
Se mostraba amable, como en un juego,
recuerdo que me contó un buen chiste sobre un hombre ciego.
Me pilló de camino y le acompañé a su barrio.
"Me llamo Mario, voy por tu calle a diario,
trabajo por aquí cerca, mi hermano me trae en su moto
al edificio de la Once, allí, en Federico Soto".
Nuestro encuentro llevó a otro, la amistad surgió temprano.
Quedamos algunas tardes de aquel cálido verano.
Entre cafés y tertulias me habló de su esposa e hijas,
las describía, sonreía y besaba su sortija.
Dijo que con la edad de Jesucristo en la cruz
sintió disipar su vista pero jamás su inquietud.
Su orientación: una lección, su humor: una bendición,
la erótica Sharon Stone luce en su imaginación.
Dentro de otra dimensión por una enfermedad extraña
jugó sus cartas y hoy sin más se las apaña sin la suerte de otros.
El temor que más le daña: haber olvidado el rostro
de aquellos que le acompañan.
Mario, un superhéroe anónimo al que nadie mira.
La gente cruza a su paso y, por no molestarle, esquivan.
Caminará seguro hasta que su alma se complete,
le verás pasar y caerás en la cuenta de que...
[Final] (x2)
Así es como la vida enseña, miro mis problemas, mira tus problemas,
¿qué alma es grande?, ¿cuál pequeña?
El destino utiliza las maneras más extrañas,
nos concede un futuro pero luego nos engaña.
Cuando menos lo esperas puede sucederte algo:
truncar tu rumbo, cambiar tus actos...
El arte de adaptarse y vivir, una lección que aprendí
cuando conocí al hombre que siempre estuvo allí.