Iván Abando - El hombre y la estepa (con Schietto Sabaducci)

Producido por: Zokone

Letra de El hombre y la estepa (con Schietto Sabaducci)

[Iván Abando]
Escribo desde el fondo del corazón, caigo redondo,
no hay redención, tan sólo otro sorbo.
Me lo alejo del sol mientras crece mi sombra,
rompo mi reflejo y el espejo me honra.

Es normal, es mi zona de obras:
mil formas de encorvar metáforas rotas,
ignoran que el mapa del tesoro
sólo esconde palabras y valen más que el oro.

Mis principios sin finales, mis malabares,
mi mala baba a mil sin similares,
vital es que sigan ideales,
libérales de ira mientras vivan los mortales.

Más cardenales, mejores son que tú pero nadie iguales,
si falta la actitud pierdo los modales,
no somos tan dispares:
pisando el mismo suelo diferencia en los andares.

Yo no sé lo que soy pero soy lo que sé,
rompiendo el reloj para vivir al revés,
y yo no sé lo que soy pero soy lo que sé,
sin miedo al amor ni a volver a perder.


[Estribillo] (x2)
Para el hombre sin futuro no hay fruto prohibido,
un árbol de la vida desconocido,
para el hombre sin futuro no hay fruto prohibido,
sólo un árbol, digo, que jamás ha conocido.


[Schietto Sabaducci]
El lumbral se alumbra en la penumbra de mi alma,
el ciego andar despertador que gira entorno a mis palabras,
se suma a mi nostalgia la pasta vieja de un libro;
el vino tinto varía el tono de mi tino cuando callan.

Síncope del ritmo, me desmayo y me subrayo,
tirita aquí el vinilo con mi ego me desmayo.
Porque no encuentro más que cortes palacio de mi himno,
uvas verdes entonan la copa con la que brindo.

Este es un don, ser estepa y vereda,
interpretar la muerte que desciende en las caderas,
tocar madera con las manos mojadas
detener los ojos húmedos por el alma inundada.

Verte cruzar la alcoba, rozar la fama,
yo despierto dormido con sueños trozos en mi cama.
Las ramas de este árbol, hoy leña en mi cuaderno,
dono hojas a sus ojos y otoños a sus inviernos.

Fresco como el papiro en el desierto,
el veneno entre sus cuerdas, la cordura del misterio,
el secreto de las letras se quedan en cuaderno,
hoy lo primero es vencer con rutina al tedio.

Graniza púrpura sobre éste ápice,
sobre estos lápices bajo este abc un acápite.
Me desprendo del reverso de los textos y no hay Hades,
hoy soy luna, un satélite que orbita sobre martes, bien.

Volando siempre, desde enero a diciembre.
Con los míos y mi fuente, la tinta se rinde y miente
La eternidad es hoy, aunque es tarde y lo sientes
Se invierten las fechas… imposible que me encuentres.


[Estribillo] (x2)
Para el hombre sin futuro no hay fruto prohibido,
un árbol de la vida desconocido,
para el hombre sin futuro no hay fruto prohibido,
sólo un árbol, digo, que jamás ha conocido.


[Schietto Sabaducci]
Quisiera recordar la forma de romper el cristal,
con la arena haciendo dunas (dinastía subliminal).
Altero espíritu sobre lo material,
un matemático del tiempo y un filósofo en romance existencial.

Daría la vida por despertar en humedal,
de las lágrimas presiento un evento sin igual,
canto con el alma menguando en palacio celestial,
origen del génesis brota desde el final.

[Iván Abando]
Brota desde el final hasta el inicio, el principio del fin, buscad su sitio,
un sitio donde poder sentir el precipicio,
escribo desde alturas confín de un sacrificio,
al ritmo que dejamos morir cualquier prejuicio

Del vicio, el odio en cocción es un oficio,
el de ablandar en cada corazón un pedacito,
me explico: reímos con dolor y lloramos por amor
en cada folio escrito.