Arma Blanca - Jardín de infancia

Producido por: Equisman

Letra de Jardín de infancia

Yeah, Jardín de Infancia, oye, los niños juegan, ¿con qué juegan los niños?, ven a jugar, jardín de infancia, ven a jugar …ven a jugar, a jugar …

[Lom-C]
En este juego de niños de Norte a Sur, de Este a Oeste,
todos buscamos cariño cueste lo que cueste,
lanzo un guiño, recuerdo aquellos días con nostalgia,
mi jardín de infancia una ilusión y unos ojos con brillo.
En ese parque gris parte de mi esencia,
el chico callado y tranquilo que tuvo paciencia,
decidió convertirse en ave y voló a su cielo,
deambuló por aquellos lares donde el oro es hielo.
Cruz de hierro, pasillo de tormentas que cruzar,
luz que difumina el fuego, ¿qué voy a decir yo?,
si el sueño de este crío es música y lo estoy viviendo,
si la vida es un río que fluye y tu lo estas oyendo.
Me divierto con esta canción, ese es el truco,
que uso en mi función donde me educo y le pongo atención,
salto los muros, solo el rap hace de pértiga,
buscando sobre el lodo el agua limpia y ampliando mi técnica.
En mi jardín oculto donde juego y río,
sentado en el suelo del tiempo y contando el vacío,
que separa tu cuento del mío, solo son frases,
que reparan el llanto de antaño y me quitan el frío.
Ya se que lo que siento lo dictan mis costumbres,
que las cosas que vi de pequeño solas se construyen,
hoy con esta ambición distraída y sonando libre,
porque el nano que juega en la calle es la mano que escribe.
Nuestras vidas, somos la llave del futuro,
y tu hijo que duerme seguro ajeno a este presente oscuro,
será la clave del cambio para entrar,
en la era donde todos ríen y quieren danzar.

[Estribillo]
Ven, siente, ríe, juega,
en este jardín de infancia la vida nos pone a prueba,
“distingue siempre ficción de realidad,”
porque esta sociedad nos educa a todos para ganar.

Ven, siente, ríe, juega,
la mano que nos mece es la que a veces nos entrega,
“distingue siempre ficción de realidad,” “ven a jugar.”

[Dash]
El sigue siendo ese niño que diseño otra realidad,
así aprendió a volar en este mar de lágrimas y sueños,
un arma es el talismán que cree protegerle del mal,
su empeño por saber más le hizo ser adulto de pequeño.
Un nuevo año pasó mientras otros iban a escuela,
hizo de aquella acera su jardín de infancia a cada paso,
desgastando su suela entre las hojas de un triste otoño,
olvidó el cariño, secuela de un daño de antaño.
Al caer la noche en casa nadie le hecha en falta,
lo pasa en vela en busca de plata, es lo que le ata,
no acata leyes ni normas desde que iba en su tacatá,
el prefirió atacar al ver que el amor solo era un engaño en su hogar.
Suele jugar con ese amigo imaginario,
fue junto a él con quien vio en el rostro de su padre un extraño,
en el jardín de ese barrio fue donde perdió su inocencia,
allí su padre vendía mercancía, el nada entendía.
A la edad de nueve y sus amigos de dieciséis
coleccionaba carteras robadas y juegos de Play,
su idioma era el dinero, su lema ser el primero,
en este juego de lobos ser bobo es ser un cordero.
En los columpios del parque un día conoció la violencia,
alguien hundió en el pecho de su padre un trozo de acero,
su suerte fue la muerte y la de él la soledad,
en este jardín de infancia hoy llamado sociedad.

[Estribillo]
Ven, siente, ríe, juega,
en este jardín de infancia la vida nos pone a prueba,
“distingue siempre ficción de realidad,”
porque esta sociedad nos educa a todos para ganar.

Ven, siente, ríe, juega,
la mano que nos mece es la que a veces nos entrega,
“distingue siempre ficción de realidad,” “ven a jugar.”

[Madnass]
Llega a casa tras la jornada escolar dispuesto a hacer volar
la imaginación jugando en el parque del barrio,
en la sala de estar espera un extraño, su mama se asea en el baño,
ceremonia previa al empleo diario.
Nunca le hace comentarios del trabajo ni cuando regresa
y ve al hombre marchándose dejando dinero en la mesa,
él solo piensa en diversión y es lo importante,
lo ve todo como un parque de atracciones gigante.
Amante del fútbol, tiene magia en las zapatillas,
es bueno con el balón, en los pies hace maravillas,
el terreno donde jugar es lo de menos,
lo suelen improvisar en un solar lleno de jeringuillas.
Chilla a cada gol igual que un profesional
y evita caer al suelo de un mal golpe en alguna jugada,
vieron levantarse a un chico con una aguja clavada
y desde entonces no les permiten jugar con él a nada.
Pasadas dos horas la sed aflora y va a la fuente,
evitando pasar cerca de los chicos de los bancos,
dicen que están allí traficando,
aunque él solo los ha visto alguna vez con trozos de plástico blanco.
Entretanto el sol se pone y debe regresar al hogar,
así lo hace, nota el cansancio al andar,
al entrar verá a su madre borracha en el sofá tumbada,
y, ¿qué habrá de cenar?, pues comida precocinada.

Jardín de infancia es la historia, somos todo lo que vemos, con lo que crecemos, vigila con que juegas ...

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